Tras la aprobación de la Ley Nacional de Regulación del Consumo de Sodio en productos procesados y elaboración de pan artesanal, referentes del Ministerio de Salud Pública brindaron precisiones acerca de su aplicación en la Provincia y aseguraron que permitirá evitar enfermedades cardiovasculares y la hipertensión.
De acuerdo con la normativa, la cartera de salud en conjunto con pequeñas y medianas empresas alimenticias locales acordarán los valores máximos de sal permitida para cada tipo de alimento. “Lo que se espera de esta nueva ley es que contribuya a que el consumo diario de sal de los argentinos baje desde los 11,2 gramos en que se encuentra actualmente, hasta los 5 gramos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como cantidad saludable”, explicó la directora de Bromatología Rosa Navarro.
En esta línea, la propuesta plantea además, un programa de reducción progresiva. “Mediante acuerdos se iniciará con una cantidad y la reducción del contenido de sodio de los alimentos procesados se producirá gradualmente hasta llegar al tope planteado por la OMS”, agregó.
Entre las empresas del rubro alimenticio que deban adecuarse a la ley nacional se encuentran aquellas productoras de lácteos, cárnicos, sopas, aderezos, conservas y farináceos. En lo que respecta a la Provincia, la directora resaltó que actualmente se trabaja en esta estrategia con fabricantes de pan, pastas y lácteos, de los cuales unos 50 ya están inscriptos a la Dirección.
El director de Enfermedades Crónicas, Carlos Olivello consideró que se trata de una norma "de alto impacto” que tendrá como principal beneficio en la población la reducción de los episodios y accidentes cardiovasculares y las muertes por infarto de miocardio, o por ACV, cuya principal causa es la hipertensión.
“La sal común (o cloruro de sodio) tiene un efecto directo de elevación de la presión arterial, y según estimaciones, la hipertensión afecta aproximadamente a un tercio de la población adulta en la Argentina” explicó el funcionario, para luego agregar que esta política "es beneficiosa para todos, ya que el 30 por ciento de las muertes es atribuible al consumo de sal".
Además, “una persona que consume mucha sal aumenta sus riesgos de enfermar y morir, y el consumo desmedido se asocia a la reagudización del asma, a algunos tipos de cáncer y a la obesidad”.
En el comunicado donde se anuncia la sanción de la ley, la cartera sanitaria nacional resume que la normativa establece además: incorporar mensajes sanitarios de advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo excesivo de sodio, la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos y fija la cantidad máxima para los sobres de sal que se comercializan, que no deberán exceder de cero con cinco gramos (0.5 g.), estableciendo sanciones para las empresas que no cumplan.
En ese sentido, Olivello destacó que esta medida, junto con el retiro de los saleros de las mesas, servirá para contrarrestar los efectos del hábito que mucha gente tiene de echarle (más) sal en el plato, “indiscriminadamente” y antes de probarlo, también reduce a la mitad el tamaño de los sobrecitos de sal que hay en los restaurantes, que serán de medio gramo en lugar de un gramo, concluyó.
Fuente: Chaco Prensa
wdm.
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