Las autoridades prorrusas de Transnistria rechazaron la ayuda para solucionar la crisis energética ofrecida por la Unión Europea, que buscaba reducir la dependencia del gas ruso de esa región separatista moldava.
Moldavia y Transnistria declararon el estado de emergencia el mes de diciembre por la crisis energética causada por la decisión de Ucrania de cortar el 1 de enero el tránsito de gas ruso a través de su territorio.
El primer ministro moldavo, Doris Rechan, señaló que "Tiráspol rechazó esta propuesta. Rusia no les permite aceptar la ayuda europea por miedo a perder el control sobre la región" y añadió que "La decisión tomada por el régimen de Tiráspol significa que los ciudadanos de Transnistria seguirán viviendo en condiciones de incertidumbre e inseguridad en relación con el suministro de gas, lo que no resolverá el problema a largo plazo".
A partir de hoy, 10 de febrero de 2025, el suministro de gas a la región separatista lo llevará a cabo la empresa húngara MET Gas and Energy Marketing AG, que se financiará a través de JNX General Trading, una empresa de Dubái.
El primer ministro moldavo dijo que la empresa húngara bombeará el gas hasta la frontera con Moldavia y luego será Tiráspol quien pague el costo del tránsito desde Moldavia hasta Transnistria.
Según acordaron las empresas Moldovogaz y Tiraspoltransgas, "No se trata de un acuerdo entre el Gobierno de la República de Moldavia y Rusia u otros sujetos, sino un permiso por parte del Gobierno para que la población de la región de Transmistria pueda recibir gas y no congelarse".
Sin embargo, Moldavia puso una serie de condiciones para permitir este tránsito con el fin de que "Tiráspol dé unos pasos demostrando su apertura" en materia política.
Su Gobierno espera que su región independentista libere a los presos políticos, mantenga en antena la televisión nacional moldava y elimine los puestos de control creados en 2022 (de los 33 iniciales, 11 siguen activos).
Fuente: dw.com
wdm.
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