Cuatro Cardenales argentinos participarán en la elección del nuevo Papa

Tras el deceso del Papa Francisco, cuatro cardenales argentinos participarán activamente en la votación para elegir al nuevo pontífice, ellos son: Víctor “Tucho” Fernández, Vicente Bokalic Iglic, Ángel Sixto Rossi y Mario Poli. 
Los purpurados argentinos fueron nombrados por el Papa Francisco y representan a la Argentina en un momento crítico para el catolicismo global. 
Víctor “Tucho” Fernández: 
A sus 62 años, es considerado el cardenal más cercano a Francisco; este cordobés de pura cepa fue ungido arzobispo de La Plata en junio de 2018 y desde julio de 2023 ocupa el importante cargo de prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. 
Su trayectoria, marcada por un fuerte compromiso social y académico, lo coloca como una voz influyente en la búsqueda de un futuro inclusivo. Es alguien que entiende los desafíos actuales de la Iglesia como pocos. 
Vicente Bokalic Iglic: 
De 72 años, también lleva el peso de una labor pastoral mucho más allá de su puesto, como arzobispo de Santiago del Estero, ha demostrado que tiene el corazón en la comunidad, defendiendo a las personas más vulnerables y convirtiéndose en un verdadero referente. 
Proveniente de una familia de inmigrantes eslovenos, su nombramiento como cardenal en octubre de 2023 fue un giro fuerte para la Iglesia en Argentina, en especial porque se alejó del fuerte foco de Buenos Aires. 
Su entrega a la pastoral social es digna de un aplauso y hace eco de lo que significa ser argentino: cuidar y estar presente para los que más lo necesitan. 
Ángel Sixto Rossi: 
De 66 años, es el actual arzobispo de Córdoba y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Su papel activo en las decisiones ejecutivas de la Conferencia Episcopal le otorga un estatus importante en este proceso electoral. C
reado cardenal en septiembre de 2023, su capacidad para integrar diferentes sectores de la Iglesia lo convierte en una carta fuerte en la elección del nuevo Papa 
Mario Poli: 
De 77 años, el arzobispo emérito de Buenos Aires, que ya tiene una historia bien conocida. Ordenado obispo en 2002 por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, su trayectoria ha estado marcada por desafíos, pero también por momentos de gran impacto en la gestión eclesiástica. 
Después de ser cardenalizado en 2014 y dejar su puesto al cumplir los 75 años, sigue siendo una figura clave en la Comisión Episcopal para la Universidad Católica Argentina. Su experiencia le otorga un enfoque equilibrado en este momento. 
Fuente: eltribuno.com 
wdm.

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