El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que "nadie, ni siquiera la OIEA, está en capacidad de confirmar los daños subterráneos" en el sitio de Fordó, la planta principal donde Irán produce uranio enriquecido.
Grossi subrayó que "los ataques armados contra sitios nucleares nunca deberían suceder dado que pueden derivar en escapes radiactivos con graves consecuencias" y remarcó que en la planta de Fordó son ahora visibles "grietas", que confirman el uso de esas bombas anti-búnker de las que informó EEUU, pero insistió en que es imposible evaluar los daños causados allí.
El director general del OIEA también reafirmó que en la planta de Isfahán "parece que fueron alcanzados los accesos a los túneles usados para el almacenamiento de material enriquecido", además de algunos edificios relacionados, mientras que en la de Natanz la planta de enriquecimiento de combustible también fue atacada, pero no abundó en más detalles.
Grossi resaltó que Irán informó a su organismo de que "no hay incremento de la radiación exterior" en ninguna de las tres plantas e indicó estar listo para viajar de inmediato a Irán y comenzar negociaciones con todas las partes para garantizar la protección y seguridad de las plantas nucleares y el uso pacífico de esa tecnología.
Fuente: OIEA
wdm.
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