La viralización de los audios que involucran a Diego Spagnuolo, titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), generó un nuevo frente de conflicto en Casa Rosada.
El funcionario quedó en el centro de las miradas por sus dichos sobre supuestos pedidos de coimas, lo que reavivó viejas diferencias dentro del Gobierno.
Según fuentes oficiales, la relación entre Spagnuolo y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, ya estaba desgastada desde hace meses, pero las grabaciones sólo aceleraron un malestar que se venía acumulando, un dirigente cercano a Balcarce 50 aseguró “Nunca lo quiso en ese cargo”.
En uno de los fragmentos de los audios difundidos, Spagnuolo hace referencia a presuntos porcentajes que debían llegar a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem; se trata de maniobras irregulares y prácticas de recaudación ilegal en la compra de medicamentos y servicios asociados, aunque en Casa Rosada rechazaron cualquier vínculo de la hermana del Presidente con maniobras de coimas, aunque reconocieron que el episodio golpeó la imagen del organismo.
El material expone cómo operadores buscaban dinero a través de empresas proveedoras para facilitarles contratos con el Estado; los audios atribuidos a Spagnuolo describen con precisión un funcionamiento en el que operadores de la agencia solicitaban dinero a empresas proveedoras del Estado, especialmente en el rubro de medicamentos, para acceder a contratos oficiales.
En los audios, grafica la operatoria: “Van a pedirle guita a los prestadores” y explica que estos pedidos de dinero a las empresas farmacéuticas funcionaban como un costo extra no regulado, necesario para garantizar la firma de convenios y el acceso a servicios públicos esenciales.
Uno de los actores clave es Droguería Suizo Argentina, empresa vinculada a Martín Menem con fuerte presencia en el norte.
Según el propio Spagnuolo, el mecanismo permitía a la droguería actuar como intermediaria privilegiada, con capacidad para definir condiciones y precios ante los proveedores locales: “La gente de la Suizo llama a los proveedores y les dice ‘escuchame, no llames más el 5, vas a tener que poner el 8 (lo que cobran de medicamentos), lo traés a la Suizo y nosotros lo subimos a Presidencia.
Por teléfono. Así se están manejando’”.
El entramado, tal como lo describe Spagnuolo, también abarcaba servicios relacionados fuera del área farmacéutica, como internaciones y transporte.
Fuente: elintransigente.com - infobae.com
wdm.
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