En un acto realizado en la tarde del lunes en la Cancillería, el Gobierno argentino presentó oficialmente a Rafael Grossi como candidato de la Argentina a secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La actividad se desarrolló en el Salón Libertador del Palacio San Martín y contó con las exposiciones del canciller Pablo Quirno y del propio Grossi, actual director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y exembajador argentino en Austria.
Durante el acto también se anunció la creación de una Unidad de Coordinación en el ámbito de la Cancillería para promover la candidatura y trabajar en la obtención de los apoyos necesarios.
El objetivo será conseguir los votos requeridos para que Grossi se convierta en el primer argentino en liderar la ONU, con especial atención a los países con poder de veto en el Consejo de Seguridad: Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Gran Bretaña.
Al inicio del acto, Quirno anunció: "En el día de hoy, tengo el privilegio como Canciller de presentar oficialmente la candidatura argentina del embajador Rafael Grossi, actual director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, para el cargo de secretario general de las Naciones Unidas para el período 2027-2031".
A continuación, añadió: "El presidente Javier Milei expresó su pleno respaldo a esta candidatura, convencido de que Rafael Grossi representa de manera cabal los valores de responsabilidad, esfuerzo y mérito que la Argentina busca proyectar al mundo", además Quirno destacó la trayectoria del diplomático en diferentes áreas de reconocimiento mundial.
Grossi agradeció el respaldo del Gobierno argentino para postularse como reemplazante del actual secretario general, el portugués Antonio Guterres y destacó: "No hubiera concebido esto sin el respaldo de mi país, porque soy argentino", en ese contexto, remarcó su capacidad de "abrir puertas entre países beligerantes y hablar incluso con países que me amenazan de muerte", en referencia a Irán.
En el cierre del acto, Grossi planteó la necesidad de reformular el funcionamiento de las Naciones Unidas para que recuperen "imparcialidad, profesionalismo y participación activa en la resolución de conflictos entre las naciones", también sostuvo la importancia de fortalecer el multilateralismo" y de sacar al organismo internacional de la "irrelevancia" y la falta de ejecutividad.
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