Duhalde y su carrera hacia el 2011: "Para pararme que llamen a un francotirador"


El viernes por la noche, en el Patio de la Madera, algo más de mil concurrentes fueron a escuchar a Duhalde, quien subió al escenario flanqueado por su esposa, Chiche, y el secretario general de las 62 Organizaciones y titular de Uatre, Gerónimo Venegas. En rigor, la mayoría de los presentes estaba convocada por el sindicato de peones rurales, a juzgar por el enjambre de gorras y remeras con esa identidad que dominaba el salón.
El leit motiv del mitin era la bandera nacional, multiplicada en ejemplares plásticos que la organización proveyó a cada concurrente. Así lo confirmó Duhalde cuando pidió varias veces al público que agite sus banderitas “porque ese es el símbolo que tiene que aunar a todos los argentinos, al margen de sus partidos políticos”, dijo.
El fundador del Movimiento Productivo Argentino dijo que “la lógica del enfrentamiento permanente forma parte de la vieja política”. Por eso, se culpó de “haber llevado de la mano a Néstor Kirchner” a la presidencia y señaló que “es la hora de la reflexión, no de la arenga”.
Con su acto en tierra santafesina, Duhalde dedicó un homenaje a “la provincia chacarera que se mantuvo erguida frente al atropello de un gobierno que intentó confiscar el fruto de su esfuerzo” y “a los trabajadores del campo, del aceite, la lechería, la carne y todos los que construyen la Argentina productiva”. “El campo y la Iglesia fueron las únicas instituciones que se me acercaron en 2002 con la actitud de ayudar a pacificar el país”, mencionó.
Por eso, antes de marcharse raudo del Patio de la Madera, escoltado por policías, en una Jeep Cherokee de vidrios polarizados, Duhalde ratificó su voluntad de ganarle a Kirchner la interna justicialista e ir por el Sillón de Rivadavia: “No les tengo miedo. Si me quieren parar, tendrán que hacerlo en la calle y contratar a un francotirador”, desafió.
Fuente Diario Critica Digital

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