Jubilados y militantes opositores al Gobierno marcharon este miércoles al Congreso; a diferencia de la semana pasada, la manifestación se desarrolló sin los enfrentamientos ni la represión, durante la manifestación, los disturbios fueron mínimos, con algunos forcejeos y corridas, pero sin que la situación escalara.
Esta vez, el protagonismo lo asumieron los sectores políticos, como la agrupación kirchnerista La Cámpora y los sindicatos, con las dos CTAs a la cabeza, mientras que la CGT tuvo una presencia más discreta; en la Plaza del Congreso, el Plenario de Trabajadores Jubilados organizó un acto improvisado.
Los participantes exigieron la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y solicitaron a la CGT que convoque a un paro general, el cual está previsto para el próximo mes, aunque aún no se definió la fecha.
Además, los manifestantes aprovecharon para mostrar su apoyo al fotógrafo Pablo Grillo, herido la semana pasada por un disparo de la Gendarmería Nacional.
Durante la marcha, se vieron varias consignas de solidaridad con Grillo, quien ha mostrado mejoras en su estado de salud.
El operativo de seguridad dispuesto por el Gobierno fue masivo, donde más de 2.000 efectivos, entre policías de la Ciudad y fuerzas federales, se desplegaron en los alrededores del Congreso para evitar incidentes similares a los de la protesta anterior.
El Gobierno, para prevenir nuevos disturbios, valló la zona desde la noche del martes, impidiendo que los manifestantes se acercaran demasiado al Parlamento.
Fuente: elintransigente.com
wdm.
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