Estados Unidos anunció el viernes restricciones de visa a "más de 250 funcionarios" de la "dictadura" de Nicaragua, cuando se cumplen siete años del inicio de una revuelta social que fue reprimida con violencia por policías y paramilitares, con un saldo de más de 350 muertos y unos 2.000 heridos.
El régimen de Nicaragua se encuentra bajo sanciones estadounidenses debido a las violaciones de derechos humanos cometidas a partir del 18 de abril de 2018 y atribuidas al mandatario Daniel Ortega, en el poder desde 2007 y a su esposa y actual copresidenta Rosario Murillo.
El jefe de la diplomacia, Marco Rubio, afirmó en un comunicado: "Al conmemorar siete años de la brutal ola de represión del régimen de Ortega y Murillo contra los manifestantes, reflexionamos sobre el coraje y el deseo de estos de vivir en una Nicaragua libre de tiranía".
Con estas restricciones de visa de Estados Unidos, suman más de 2.000 los sancionados durante los últimos años por Washington.
A inicios de abril, expertos de la ONU identificaron por primera vez a 54 funcionarios, militares, policías, magistrados y diputados de Nicaragua como responsables de graves "crímenes" de derechos humanos y "represión sistemática".
Esa lista la encabezan Ortega, Murillo, el jefe del Ejército, Julio César Avilés; de la Policía, Francisco Díaz y líderes del Congreso, la Corte Suprema de Justicia, fiscalía, alcaldías y del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, exguerrilla).
Además el gobierno del presidente republicano Donald Trump acusa a Managua de hacer negocio con la migración.
Rubio advirtió en la red social X que "La administración Trump no tolerará amenazas a la seguridad de Estados Unidos por parte de un régimen que utiliza la inmigración como arma y posiciona a Nicaragua como un centro para los inmigrantes ilegales que intentan cruzar nuestra frontera".
Fuente: dw.com
wdm.
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