Tras la expulsión de Kueider, el liderazgo de la Comisión de Asuntos Constitucionales queda en manos de una reconfiguración; si bien la presidencia, según la lógica política, debería permanecer en el bloque Provincias Unidas, liderado por Carlos Espínola, esta continuidad no está asegurada.
Tradicionalmente, las comisiones deben ratificar sus autoridades al inicio de cada período de sesiones ordinarias, pero la incertidumbre sobre quién convocará y liderará las reuniones añade complejidad al escenario.
En este contexto, el avance de proyectos como las PASO o Ficha Limpia dependerá de cómo se resuelva esta vacante, si las PASO logran avanzar en Diputados y reciben el visto bueno de Cristina Kirchner, las tensiones podrían reducirse.
Sin embargo, el proyecto de Ficha Limpia enfrenta una resistencia más marcada por parte del kirchnerismo, lo que podría dificultar su tratamiento en la comisión.
La composición de la Comisión de Asuntos Constitucionales incluye a 19 legisladores, de los cuales 10 forman parte del oficialismo y de la oposición dialoguista, mientras que el kirchnerismo suma ocho.
Esto significa que, sin el reemplazo oficial de Kueider, la mayoría necesaria para avanzar en un dictamen dependerá del apoyo de los sectores opositores dialoguistas.
Además, no se descarta que en la primera reunión de la comisión, algún integrante solicite una moción para elegir nuevas autoridades, lo que podría añadir un nuevo nivel de incertidumbre.
Por otra parte, la ausencia del senador radical Víctor Zimmermann, quien está de licencia por un cargo en Chaco, y el retorno anticipado que se especula podría darse antes de marzo, añade un elemento más a un tablero político ya complicado.
Fuente: elintransigente.com
wdm.
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